Chacaleo Exprés: Leonel Godoy y sus Demonios
Autor: Miguel García Tinoco
Autor multimedia: Especial
¿Qué de malo habría en una eventual recomendación de Leonel Godoy para que su hijo, Antonio Godoy, ocupe una posición en la administración de Morelia? ¡Nada, por supuesto!
Es el propio ex gobernador quien alimenta las suspicacias, porque se pone a la defensiva cuando le preguntan al respecto.
Si el joven Godoy tiene el perfil para ser secretario de Movilidad y Espacio de Morelia, es su propio padre quien, al calificar de “mezquinos” los señalamientos que suponen tráfico de influencias, quien lo demerita porque no da espacio a su vástago para demostrar capacidad.
Leonel Godoy nos tiene acostumbrados a la confrontación. En temas polémicos siempre saca las uñas y obligadamente hace recordar cuando, como gobernador de Michoacán, innegablemente, apoyó la carrera política de Julio César Godoy Toscano, personaje de muy triste memoria.
A nadie escapa que fueron personajes muy cercanos a Godoy Rangel, quienes introdujeron al “medio hermano incómodo” a la Cámara de Diputados para rendir protesta como diputado federal.
Luego, Leonel se desmarcó y en el contexto del desafuero a Julio César, dijo algo así como “no todos somos iguales”.
Godoy Rangel, es el campeón de la victimización y le encanta repartir culpas. No asimila que su hijo sufrirá la estigmatización propia de ser un Godoy, hasta que el propio Leonel lo deje ser.
El peor enemigo del joven funcionario municipal, es su propio padre, porque no sabe contenerse y descalifica con la mayor ligereza, a quien ose opinar de su incorporación, la de Antonio, al gabinete de Raúl Morón.
Es sano que el maestro Godoy calme sus ímpetus y dé a su hijo la oportunidad de defenderse; evitar, justamente, la interpretación de que el descendiente ocupa vejigas para nadar.
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