El los 90s, Michoacán sufrió el primer capricho presidencial.
Michoacán, desde 1988 ha sido un laboratorio político. En ese año el PRI perdió por primera vez las elecciones federales. Salinas de Gortari negoció con Cuauhtémoc Cárdenas, cayó el gobernador Luis Martínez Villicaña y Genovevo Figueroa, con la venia del cardenismo, asumió la gubernatura.
El los 90s, Michoacán sufrió el primer capricho presidencial, el PRI, su partido impuso como candidato a gobernador al empresario Eduardo Villaseñor Peña; el PRI se dividió, hubo una elección muy cuestionada y después un conflicto electoral.
El PRD no dejó gobernar a Villaseñor quien renunció a penas dos semanas de haber asumido; lo relevó Ausencio Chávez, también consentido por el cardenismo.
En 1995, Ernesto Zedillo buscó toda costa imponer como gobernador al entonces perredista, hoy senador morenista, Cristóbal Arias Solís; no se cumplió el capricho presidencial y ganó Víctor Manuel Tinoco, porque hasta Cuauhtémoc Cárdenas le cerró el paso a Cristóbal.
Vicente Fox hizo todo por sacar al PRI del gobierno de Michoacán y apoyó con todo a Lázaro Cárdenas Batel; cumplió su capricho.
El capricho de Calderón fue imponer a Salvador López Orduña como gobernador, ni el PRD ni Leonel Godoy se lo permitieron; eso derivó en una gran confrontación entre los dos mandatarios.
Las diferencias entre Godoy Calderón fuero desastrosas para Michoacán y los michoacanos; los resultados de esa enemistad todavía se sufren en esta entidad. ¡A Michoacán no le fue nada bien!.
Luego llegó Enrique Peña Nieto. Al mexiquense Michoacán lo trató muy bien, casi 8 mil votos le dieron los michoacanos y a cambio, ya como presidente, Peña envió a Michoacán al abominable Alfredo Castillo Cervantes.
El capricho de Peña le costó a Michoacán miles de muertos y un saqueo indiscriminado a las Arcas Públicas.
¡Fue, Peña un ingrato con el pueblo michoacano!
Andrés Manuel López Obrador no se queda atrás: designó a Roberto Pantoja, como "superdelegado” y desde esa dependencia se opera todo a favor de Morena.
Pero, además con apenas 60 días al frente del Ejecutivo federal, ha consentido el bloqueo de las vías férreas por parte de la CNTE, sus aliados políticos. El presidente López actúa caprichosamente y no cumple ni hace cumplir la Ley, tal como lo protestó el 1 de diciembre de 2018.
Así, los caprichos presidenciales en contra de Michoacán.