Pocos son los jugadores que además de compartir una cancha de fútbol durante un partido, llevan en sus venas la misma sangre.
Pocos son los jugadores que además de compartir una cancha de fútbol durante un partido, llevan en sus venas la misma sangre, iguales orígenes, pero sobre todo, tienen un gusto y una responsabilidad en común dentro del terreno de juego. Carlos Felipe Rodríguez Rangel, segundo arquero de Monarcas, vivió una situación muy especial el pasado partido contra el América en el Estadio Morelos: jugó gran parte del encuentro contra Moisés Muñoz, su ex compañero en el Morelia, competidor por la portería michoacana hasta el 2010 y primo hermano del joven cancerbero.
El guardameta, Moisés Muñoz Rodríguez defendió el arco de la monarquía desde el 2001 con la salida de Ángel David Comizzo del equipo michoacano. Por “pura casualidad y curiosidad”, Felipe ya tenía el mismo gusto por los guantes y los vuelos bajo los tres postes, por lo que empezó a ver como un ejemplo a su primo. El destino quiso que ambos se encontraran como compañeros en la misma institución, después de mucho trabajo hecho por Rodríguez Rangel para llegar al primer equipo.
“Van a ser ya 11 años de mi llegada a Monarcas. El que me trae acá es el hermano de Moy, Roberto Muñoz. Hago las pruebas y me quedo, pero tardé alrededor de tres meses en que me registraran, después de ahí estuve sin jugar un buen tiempo y empecé a jugar a los seis meses de estar acá. Fue importante Moy porque en ese tiempo él empezaba a ser titular y a jugar, y fue un ejemplo de cómo se lucha día a día para conseguir un objetivo”, declaró el arquero moreliano.
El jugar en la misma cancha frente a Moisés, fue una situación soñada para ambos guardametas: “Es un recuerdo muy bonito, lo habíamos platicado con tiempo desde que él salió de acá, siempre era el ‘ojalá algún día se dé el enfrentarnos’ y se dio ahora. Sí fue un bonito recuerdo para los dos, lo platicamos al final, era algo que se nos cumplió y sí es algo muy grato que quedará por siempre”, aceptó.
El número uno de Monarcas, se dice agradecido con el apoyo que le brindó su primo por más de cuatro años donde compartieron el vestidor rojiamarillo; recuerda gratamente a Moy en la niñez y ya como compañeros de equipo.
“Él siempre ha sido una muy buena persona, muy amiguero, y en lo personal siempre me trató muy bien, en todos los aspectos siempre tuve ese apoyo. Desde chiquito los recuerdos que tengo de él siempre ha sido buenos y sí fue un apoyo en el momento en que vengo acá al primer equipo, fue el primero que apoyó y eso fue importante para tomar una confianza de estar en primera división”, confirmó, al mismo tiempo de aceptar la constante comunicación que sostiene con su primo hermano.
Al igual que el ahora americanista, Federico Vilar también juega un papel importante en la carrera del juvenil guardavallas de Monarcas, quien acepta lo importante y lo difícil de suplir a un jugador con la calidad y renombre del argentino.
“Es también motivante, porque Vilar hizo un récord muy importante que yo creo que cualquier jugador lo quiere y lo sueña, el tener esa continuidad, pero sí es muy importante el encontrarme con él porque platicamos bastante y él siempre me dice que no tengo que desesperarme, que tengo que ser muy paciente”, señaló.
El 1 de noviembre del 2009, Carlos Felipe debutó en el torneo Apertura de ese año contra las Chivas, gracias a una expulsión que sufrió Muñoz por cometerle penal a Javier “Chicharito” Hernández. El novel guardameta no pudo impedir el gol del ex delantero de Guadalajara con la pena máxima, pero tuvo una destacada actuación en la casa de su escuadra que consiguió la victoria con marcador de 3-1. El pasado viernes 8 de enero, como si fuera una réplica de su primer partido en primera, Rodríguez regresó a la cancha del Morelos en situaciones muy parecidas.
“Fue como volver a debutar, pasaron tres años del debut y esperando siempre una oportunidad y trabajando día a día para cuando se presentara. Es curioso que se dieran las circunstancias iguales, en entrar al partido en un penal, más o menos el mismo minuto y ahora contra Jaguares se vuelve a dar el encuentro que para mí es muy importante, un poco recordar el debut y también importante para mí por esta oportunidad que se presenta ahora de estar consciente de lo que se juega uno en un partido”, comentó el portero.
La perseverancia y paciencia que Felipe incluye en cada declaración, dieron los frutos para que consiguiera “el logro más importante hasta ahora en mi carrera” después del debut en el máximo circuito: Ser parte de la Selección Nacional que participó en la Copa América del 2011.
“Más allá de que o se consiguió un buen lugar, creo que el representar a tu país en un torneo de esa importancia es lo más bonito, pasé momentos muy agradables y tuve la oportunidad de conocer muy buenos amigos dentro de ese grupo. Disfruté mucho estar rodeado de gente con la que defendíamos a un país y en un torneo tan importante. También por ahí el ver o estar enfrentándose a grandes futbolistas y a grandes selecciones; es uno de los mejores recuerdos que tengo hasta ahora”, dijo y aceptó aprender mucho de Luis Fernando Tena, técnico nacional, al igual que a cada uno de los entrenadores que pasaron por el banquillo de Monarcas.
El arquero que tiene como máximos ídolos a Gianluigi Buffon e Iker Casillas, pero como mayor ejemplo de lucha y tenacidad a su primo hermano, Moisés Muñoz, se ilusiona con volver a defender el marco monarca en el próximo encuentro, curiosamente, ante los Jaguares de Chiapas, justo el mismo equipo que Felipe Rodríguez enfrentara después de debutar en el máximo circuito del balompié mexicano con Monarcas Morelia.