El impresentable Roldán Álvarez, reaparece en un evento del virtual candidato de Morena a la gubernatura
Dicen los que saben, particularmente colegas locales, que a Raúl Morón Orozco, Coordinador Estatal por la Defensa de la Cuarta Transformación, no le fue nada bien en Apatzingán la semana pasada, durante su gira de trabajo.
El ex alcalde de Morelia encontró un Morena muy dividido. Lo que le había informado Agustín Lara, su único operador político en la región, resultó ser una mentira y el profesor se topó con pared en uno de los principales bastiones de la llamada #4T.
En Apatzingán, casi todos los aspirantes a alcalde tiene problemas con la justicia: Juan Romero Gil, cuenta en su haber con una Carpeta de investigación por el delito de lesiones, a causa de una golpiza propinada a un joven apatzinguense. Isabel Torres Sánchez, la única aspirante, tiene un expediente en los órganos de inteligencia federales, por su presunta aparición pública (existen fotografías), con un líder criminal apodado “El Metro”.
La lista de aspirantes con serios problemas continúa con el mismísimo alcalde José Luis Cruz Lucatero, quien, según documentos oficiales en poder de este columnista, tiene tantas observaciones de la Auditoría Superior que es muy fácil suponer su inhabilitación para ejercer cargos públicos. Del tema específico de José Luis Cruz, habré de escribir detalladamente en la próxima entrega de Chacaleo Exprés.
Así pues, a Morón se le hizo bolas el engrudo durante su visita al llamado corazón de la Tierra Caliente; Agustín Lara le mintió.
Una vez más quedó demostrado que el profesor, activista de la CNTE e incondicional del aspirante Morenista al Solio de Ocampo, simula saber lo que pasa en la región... pocos saben que no puede ni siquiera entrar a su natal Buenavista, porque allí dejó cuentas pendientes.
Y por si fuera poco, Morón Orozco tuvo que lidiar con la reaparición pública de Roldán Álvarez Ayala; el ex diputado federal perredista eligió su retorno a los reflectores políticos justamente en un evento del ex senador de la República, lo cual generó suspicacias por la mala fama pública de Roldán, quien todavía tiene cuentas pendientes con la justicia local y es vinculado al crimen organizado cada vez que asoma la cabeza.
Así las cosas en Apatzingán, donde Raúl Morón Orozco tiene ante sí un gran reto para retener a su favor los votos logrados por Morena y el Partido del Trabajo en las pasadas elecciones del 2018.