Lamentablemente, en una de las peores crisis de inseguridad y violencia, con una preocupante cifra de 165 feminicidios promedio...
Nadie se ha dado cuenta, pero la CNDH en Michoacán tiene una oficina de representación, ¡sí, como lo oye! la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene un responsable y visitadores en su oficina o delegación estatal con sede aquí en Morelia; sin embargo, nadie los conoce, nadie los ha visto, nadie conoce a su representante, pero responde y cobra con el nombre de Lorenzo Antonio Zúñiga Luna.
Lamentablemente, en una de las peores crisis de inseguridad y violencia, con una preocupante cifra de 165 feminicidios promedio por año que ocurren en Michoacán, con una constante vulneración a la dignidad de las personas, con graves violaciones a los derechos humanos, como el tema de las desapariciones forzadas y las miles de personas desplazadas en los municipios de Coahuayana, Chinicuila, Coalcomán, Tepalcatepec, Aguililla, Apatzingán, entre muchos otros, la CNDH, organismo que preside doña Rosario Piedra Ibarra, está ausente, inoperante y estéril; no tiene presencia en ningún tipo de reunión interinstitucional, nadie conoce ni ha visto a su representante que, dicen, cobra su cheque quincenal como Lorenzo Antonio Zuñiga, un funcionario absolutamente frívolo y sin capacidades o conocimientos de defensa de los derechos humanos ante la grave crisis que priva en el estado de Michoacán.
Si es verdad la existencia de este funcionario, vaya deshonestidad de servidor público y vaya que le ha fallado y dejado mal parada a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pues es evidente su falta de atención a la sociedad michoacana. Criminal pues la pasividad de este organismo nacional de defensa y promoción de los derechos humanos.