Arrebata Ejército Bastiones al CJNG Ingresan fuerzas federales a Aguililla; vigilan por aire y tierra
Autor multimedia: Especial
Ingresan fuerzas federales a Aguililla; vigilan por aire y tierra
--Iglesia Católica pide al gobierno un esfuerzo continuado y comprender que violencia en por la lucha entre cárteles del crimen organizado
Aguililla.-El Ejército y la Guardia Nacional ingresaron durante madrugada hasta Aguililla, para tomar el control de la seguridad, en un sitio donde no se cuenta con policías municipales. Según fuentes ciudadanas en la cabecera municipal, los soldados y las fuerzas federales ingresaron por la sierra de Coalcomán; también, vía la carretera Apatzingán-Tepalcatepec.
De acuerdo a los habitantes consultados, los uniformados llegaron a las 04:00 hasta el cuartel militar instalado en la orilla del pueblo; una hora después avanzaron en camionetas hasta la plaza principal, apoyados con dos helicópteros de la Fuerza Aérea Mexicana.
Las aeronaves oficiales recorrieron durante una hora todo el poblado; después, en 40 unidades, guardias nacionales patrullan todas las calles, confiaron a Grupo Imagen, habitantes de Aguililla, quienes sienten un respiro tras vivir agobiados 4 años por la acción del crimen organizado.
Por su parte, Gilberto Vergara, Párroco de Aguililla, ve el ingreso de las fuerzas armadas como un acto de autoridad, “es una acción de gobierno. El Gobierno puede entrar porque es donde debe de estar, donde debe tomar control; es un lugar donde tiene jurisdicción y si viene y está de manera equitativa, de una manera muy bien pensada, como parte de una estrategia para combatir los problemas que nos aquejan, bienvenidos, expresó el sacerdote católico en entrevista con este corresponsal.
“No tenemos ninguna oposición, entiéndase que tampoco estamos en contra de las acciones que el Gobierno Federal o en estos casos las fuerzas armadas dispongan para nuestra región, al contrario, nosotros siempre estamos buscando la manera en que se ayude a que los problemas que nos aquejan se resuelvan y siempre hemos estado colaborando”, abundó Gilberto Vergara, quien ha representado a la Iglesia Católica en el proceso de pacificación en Tierra Caliente.
Para el prelado, existe sin embargo un temor: “que el gobierno entre y detrás de sí dejen puertas abiertas para que después otras personas entren detrás de ellos y tomen control de una tierra que quede desprotegida, porque aquí la lucha en entre los cárteles”.
También pidió al gobierno comprender que la violencia en Aguililla y sus comunidades es entre grupos criminales, “y, finalmente no dejen detrás de sí, las posibilidades, que ya lo hemos visto otras ocasiones, donde un grupo es expulsado y llega otro; y aquí no se trata de favorecer ni a uno ni a otro, simple y sencillamente hemos visto que eso pasa, ya nos ha pasado; y ahora pedimos que el Gobierno tenga bien en cuenta de que esas cosas no vuelva a pasar”, abundó.
Con la llegada del contingente castrense también se disolvió el plantón que, durante meses, mantuvieron hombres y mujeres frente al cuartel militar. La ciudanía considera innecesario el movimiento ante el arribo numeroso de fuerzas federales.
Entre 2018 y 2020, habitantes Aguililla estuvo sometida por integrantes del grupo delictivo conocido como “Los Viagra”, quienes fueron señalados por secuestrar, extorsionar y controlar todas las actividades delictivas, sin pasar por alto homicidios contra quienes se opusieran las reglas impuestas por esa célula criminal.
A mediados del 2020, “Los Viagra” fueron expulsados por células del Cártel Jalisco Nueva Generación; estos últimos convirtieron todo el municipio de Aguililla en un bastión; y durante más de año y medio los aguilillenses vivieron la peor crisis de inseguridad, porque ambos grupos rivales dejaron a la población en medio de su guerra.
Aguililla estuvo incomunicado durante más de un año; aproximadamente 2 mil familias abandonaron el municipio y huyeron a la frontera norte para solicitar asilo político al gobierno estadounidense.
La madrugada de este martes, el Ejército y la Guardia Nacional arrebataron su bastión al Cártel Jalisco Nueva Generación; los militares tripulan vehículos blindados y artillados; llegaron a través de brechas, caminos y carreteras donde ejercía su control el crimen organizado.