Se reactiva grupo armado en Ario de Rosales Pueblos Unidos retoma recorridos en brechas y caminos tras presuntas amenazas del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Autor multimedia: Especial
Pueblos Unidos retoma recorridos en brechas y caminos tras presuntas amenazas del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Ario, Michoacán.- La madrugada del domingo se reportó la presencia de un grupo armado en la carretera que comunica a las comunidades Pablo Cuin, perteneciente al municipio de Ario y Tecario, municipio de Tacámbaro.
Fuentes policiales confirmaron que el convoy estaba formado por 10 camionetas, la mayoría tipo todo terreno. A la caseta de vigilancia municipal ubicada en la localidad de Tzatzio, llegó un solo vehículo con hombres que portaban armas largas y cortas, para advertir a policías municipales que “debían trabajar para ellos o quitarse del camino”, así lo narró uno de los elementos municipales que estaba de guardia al momento del arribo de los hombres armados.
“El domingo por la madrugada, aproximadamente como a la una y media de la mañana, llegó un grupo nombrándose Cártel Jalisco Nueva Generación, estábamos cubriendo nuestro servicio, la guardia, y llegaron las personas armadas, apuntándonos, nos desarmaron y simplemente nos hincaron en el piso, y ahora sí que nos amenazaron queriendo decir que jaláramos con ellos si no nos iban a quitar la vida”, dijo el policía municipal.
Según el oficial, el hombre que encabezaba el convoy armado se identificó como El 50, con influencia en toda la zona de Tacámbaro y sus alrededores, donde se ubica Ario de Rosales.
“Después de un buen rato que estuvimos aquí hablando el señor se entrevistó como El 50, El 50 que es comandante aquí en Tacámbaro, que radica en Tecario, que es el encargado de Tecario y de las áreas alrededor, estábamos cuatro elementos aproximadamente, no contábamos con una unidad de patrulla, simplemente estábamos dando el servicio aquí en la caseta de policía cuando fue lo que sucedió”.
Cuando pudieron irse de la caseta, los policías municipales fueron resguardados por sus compañeros, pero el temor por perder la vida existe, afirmó el policía, “pues sí tememos por nuestra vida, porque sinceramente pensamos que nos iban a llevar o a privar de la libertad. Afortunadamente no ocurrió y aquí continuamos dando nuestro servicio. Sí estamos aquí con el miedo de que regresen las personas sinceramente, ahora sí que uno está en su labor y esos grupos criminales no sabemos qué intenciones tenga”.
La amenaza contra policías municipales alertó a la población, quienes se reunieron en una localidad de la sierra y tras una asamblea decidieron sacar las armas que mantuvieron guardadas durante más de 6 meses en sus casas.
Un civil armado quien pidió ser identificado como “El Loco”, asegura haber reactivado el movimiento armado, al considerar en peligro la seguridad de propietarios y trabajadores de huertas de aguacate.
“Lo que hemos hecho siempre, cuidar los ranchos de los grupos delictivos que no vengan a extorsionar, a secuestrar, a levantar gente inocente que trabaja por el día, que trabajamos por el día en huertas, en lo que se puede aquí, eso es lo que realmente estamos haciendo. Siempre hemos estado unidos, igual habíamos calmado todo, porque todo estaba tranquilo, por eso es que estábamos tan calmados, pero en realidad nunca hemos estado desprevenidos, siempre hemos estado prevenidos para cuidar nuestro pueblo”.
El entrevistado, quien dijo ser parte del grupo armado desde hace dos años, aclaró que su intención es “no pelear contra el gobierno” sino defenderse del crimen organizado que los acecha.
“Nos gustaría que el gobierno mandara a su gente, para que nos cuidara, al gobierno para que hiciera su trabajo y nosotros dejar las armas guardadas como siempre han estado, para seguir trabajando, porque necesitamos trabajar, porque si no de dónde vamos a comer”.
A las 16:00 del domingo, Pueblos Unidos reiniciaron también recorridos en los caminos que unen a los municipios de Tacámbaro, Ario y Salvador Escalante, donde se producen miles de toneladas de aguacate.
Al frente de la caravana un vehículo con blindaje hechizo y una camioneta doble cabina en cuyo toldo está listo un fusil antiaéreo tipo Barret, calibre .50.
Según los civiles armados, la intención del crimen organizado es ingresar a la región aguacatera para extorsionar, secuestrar y cobrar derecho piso a los productores del llamado “Oro Verde”.
“El riesgo que entren es lo que está pasando en Pátzcuaro, en Pátzcuaro están levantado gente todos los días, se sabe que están levantado gente casi diaria, ese es el riesgo que hay, el peligro que hay, que empiecen a levantar gente, a secuestrar. Ahora desgraciadamente vuelve el riesgo de que vuelva a suceder todo eso y es lo que estamos tratando de evitar, por eso estamos juntándonos de nuevo las comunidades, para coordinarnos para ver qué se puede hacer, cómo vamos a trabajar, para evitar que pase todo eso”.