Mundialista y capitán de la Selección Nacional de Uruguay en Chile 62 e Inglaterra 66, campeón de la Copa América con la garra....
Mundialista y capitán de la Selección Nacional de Uruguay en Chile 62 e Inglaterra 66, campeón de la Copa América con la garra charrúa en 1959 y director técnico de equipos mexicanos como Chivas, Tampico, Irapuato y Atlético Morelia: Horacio Troche Herrera, el histórico jugador de la celeste falleció la madrugada de este lunes en Morelia a los 79 años de edad.
En su última entrevista para un medio de comunicación, Don Troche platicó con Excélsior en noviembre del año pasado para hablar sobre lo que más le apasionaba y disfrutaba hasta el último minuto de vida.
“Ser capitán de una selección es algo de orgullo y, sinceramente y sin menospreciar, ser capitán de la selección Uruguaya, una selección que ha ganado mundiales, es muy importante, no cualquiera era capitán de la selección uruguaya”, presumía orgulloso.
Charlar sobre fútbol regresaba al charrúa a sus mejores momentos como defensa central. Con cada palabra y relatos sobre su vida y carrera en el balompié, esbozaba una sonrisa que lo transportaba a vivencias como el ‘Maracanazo’, del que fue testigo por medio de la radio en su natal Colonia Suiza, Uruguay (4 de febrero de 1935); la inauguración del Mundial del 66 y la expulsión ante Alemania en los cuartos de final, marcaron la vida del legendario zaguero del Nacional y River Plate. Pasaron los años, pero el amor al fútbol perduró siempre.
“En la inauguración (de Inglaterra 66), yo sabía que tenía que ir a saludar a la Reina. La señora estaba en la tribuna, iba a bajar al campo y tenía que ir a saludarla y ¿usted sabe lo que es que le digan que tienes que darle la mano a la Reina Isabel? ¡Si yo soy un simple jugador de fútbol!”, aseguraba el ex defensa de Uruguay. “La gente cree que el jugador de fútbol es un súper hombre y no es así la cosa, somos iguales todos”.
Troche Herrera debutó con el Nacional de Uruguay en 1954, pasó al Huracán argentino nueve años después y llegó en 1964 a las filas del River Plate. Regresó a Peñarol, acérrimo rival del club donde surgió y volvió a Argentina para, luego de disputar la Copa Mundial de Inglaterra, emigrar a la Bundesliga, donde jugó con el Alemannia Aachen y el Bonner SC.
Ya retirado en el país teutón, recibió la invitación de dirigir a las Chivas de Guadalajara en 1975, decisión que lamentó por su mal paso y las experiencias negativas que vivió en como líder del Rebaño. Tampico Madero, Irapuato y los Canarios de Morelia en la Segunda División, obligaron al uruguayo a adoptar México como su casa.
Duro crítico del fútbol moderno, Horacio Troche vivió los últimos años de su vida, en Morelia, siempre ligado a su más grande pasión. Aprovechó cualquier coyuntura para expresar su cariño por la profesión, como comentarista en televisoras locales y en la Universidad donde trabajó hasta mayo.
“Yo le debo mucho al fútbol, porque lo que yo tengo aquí y allá en Uruguay fueran gracias al fútbol. Yo le debo todo al fútbol porque la verdad que a mí me sacó adelante y lo supe aprovechar. Conocí el mundo por el fútbol, porque le digo una cosa, conozco el mundo casi entero, todo por el fútbol, también el estar meses viajando. Soy un agradecido de lo que el fútbol me dio a mí y a mi familia”.