Si Angélica Rivera fuera sólo actriz la difusión del costo y suntuosidad de su mansión más que un defecto, sería una virtud...
Chacaleo
El Drama de Angélica Rivera
La estrategia fallida del gobierno federal para contener las críticas al Presidente y a su esposa
“En política, si quieres que se diga algo, pídeselo a un hombre. Si quieres que se haga algo, pídeselo a una mujer”. Margaret Thatcher
Si Angélica Rivera fuera sólo actriz la difusión del costo y suntuosidad de su mansión más que un defecto, sería una virtud; no habría memes ni comentarios tan desagradables contra quien hoy es la Primera Dama de México, seguramente vive un drama equiparable al de sus personajes de telenovela.
La señora de Peña es hoy la villana favorita de México, paradójicamente durante muchos años fue la protagonista de telenovela más querida en este país y otras tantas naciones a donde llegan las producciones de Televisa, producto de los acuerdos entre empresas dedicadas al entretenimiento.
Durante muchos años Angélica Rivera fue estelar en el mundo del espectáculo, no estuvo involucrada en escándalos; mantuvo un muy buen nivel de aceptación entre los televidentes y guardó muy bien, si los hubo, su problemas conyugales con José Alberto Castro; pero al convertirse en novia del político más popular del país empezó suviacrucis: cargar un cruz que a ella no le tocaba y su camino hasta el calvario está lleno de colaboradores presidenciales incompetentes.
Eduardo Sánchez Hernández, el vocero de la Presidencia de la República, fue el primer funcionario que habló del tema ante los medios de comunicación; su primera intervención fue en el noticiario conducido por Carlos Loret de Mola mientras la pareja presidencial estaba de gira por China; la intervención de Sánchez Hernández fue muy pobre, el tema de la llamada “Casa Blanca” creció como la espuma en perjuicio del principal inquilino de Los Pinos.
No les quedó de otra que “aventar” a Angélica Rivera a justificar la compra de su lujosa propiedad; lo hizo a través de una videograbación muy bien cuidada donde ella demostró su experiencia como actriz para tratar de convencer, particularmente a los usuarios de redes sociales que es donde le han tundido con más furia.
El documento audiovisual convence a medias por la tardía reacción, ha servido para que usuarios de Facebook, Twitter den rienda suelta a su imaginación y a sus más bajos instintos para dañar a la dama; le han dicho de todo, le han escrito lo necesario para dañar su imagen, todo por ser la esposa del presidente de la República.
A la señora Angélica Rivera le ha salido muy cara su relación con Enrique Peña Nieto; ninguna mexicana, excepto Elba Esther Gordillo, había sido tan maltratada en medios de comunicación y redes sociales; la mayoría de los foristas están convertidos en misóginos recalcitrantes y ella, la Primera Dama, no tiene quien la defienda como se debe; le tocó salir a defender su honor porque quienes quisieron hacerlo no supieron cómo.
Porque ni siquiera el hombre más poderoso de México, el Presidente de la República, tuvo el talento para detener la andanada de insultos y críticas, que más que a él, le lastiman a ella.
Es cierto que una mansión de 86 millones de pesos insulta a los mexicanos; cuántas mansiones de esas hay en México que no han salido a la luz pública y que, como estrategia mediática, seguramente pronto serán tema de los noticiarios en todos los medios de comunicación.