Debemos hacer un poco de memoria respecto a cómo llega Silvano Aureoles a la gubernatura de Michoacán: Después de la derrota en...
Debemos hacer un poco de memoria respecto a cómo llega Silvano Aureoles a la gubernatura de Michoacán: Después de la derrota en 2011 se recompuso y ganó la diputación federal por Zitácuaro. Ya en San Lázaro, Silvano hizo amarres con todas "las tribus" para ser el coordinador de la bancada perredista. Se convirtió en actor político de orden nacional durante los tiempos de las Reformas Estructurales. Fortaleció su amistad con Manlio Fabio Beltrones, el poderoso coordinador de los diputados federales priistas.
Llegó a la Presidencia del Congreso y se mantuvo sin contratiempos en las "ligas mayores" de la política nacional. Como ven, Silvano tejió en el D.F. su candidatura a gobernador de Michoacán y luego el triunfo electoral para su causa. Los buenos oficios demostrados en las capitales del país le allanaron el camino al Solio de Ocampo. Por eso, nada tiene de raro que hoy emplace a López Obrador, quien lidera las encuestas por la Presidencia de la República, para ponerse de acuerdo y que Morena participe en el gobierno de Michoacán.
La carta de Silvano a AMLO lo pone de nueva cuenta en el escenario nacional justamente cuando se prepara el relevo en la dirigencia Nacional del PRD. El de Carácuaro actúa con mucho cálculo político. Con la negativa de "el Peje", Silvano gana terreno en la carrera hacia el 2018. No sé si vaya a ser el candidato del PRD, pero sí se mete a la contienda. La carta a López Obrador es la primera jugada maestra del futuro mandatario de Michoacán. Habrá que preguntarle a Carlos Mandujano qué sigue en esta estrategia con evidente intenciones políticas pero también mediáticas.